Hubo un tiempo sin Netflix opinión semanal en Valencia News de Enrique Arias Vega.
Hubo un tiempo sin Netflix
Aunque parezca mentira, hubo un tiempo no muy lejano en el que no existían Netflix, HBO, Amazon Prime y otros inventos para entretener al personal. Incluso hubo época aún más lejana en la que no había ni televisión. Y aun así la gente lograba distraerse.
Ahora, en cambio, estas plataformas televisivas están a la orden del día y la pregunta de alguien a sus amigos es ¿Qué programa me recomiendas de Netflix?
O sea, que la gente no va ya al buen tuntún, a ver lo que pilla, sino que se orienta por preferencias y no por lo que le echen. Con lo cual, la televisión convencional está a la baja frente a las redes digitales y los programas selectivos de pago. Hemos entrado en una especie de espiral en la que sólo vemos lo que queremos y alimentamos nuestras propias preferencias en detrimento de lo que pasa por ahí, sin enterarnos de la misa la media, siguiendo nuestras propias obsesiones.
Es una especie de retroalimentación. Antes la gente recibía impulsos de lo más diverso, sin especializarse en ningún tipo de temas. Incluso su formación y su información era plural, dando cabida a contenidos y opiniones que abrían su horizonte mental. Ahora ya no. Ahora cada uno va de su palo y no sale de él, ignorando la disparidad de opciones de un mundo contradictorio, reforzando sólo sus gustos y prejuicios.
No nos extrañemos, entonces, de la dificultad en la comunicación actual, encerrados como estamos cada uno con su propio juguete, ignorando el mundo de los demás. Ésa es la realidad de las nuevas plataformas y de otros contenidos audiovisuales que entretienen, efectivamente, pero que también nos aíslan.
