Gabriela Carbonell Benito «Dios nos proteja»

Gabriela Carbonell Benito «Dios nos proteja»

Que si izquierdas o derechas …. que sumemos y no restemos … que cualquiera hubiera hecho igual ….

Soy una ciudadana más. Y sí, me gustaría aportar mi opinión desde la libertad de expresión que me ampara y, cómo no, también desde el máximo respeto a todos los que puedan tener una opinión distinta.

Mi propósito, al menos esa es mi intención, será “sumar” y no “restar” … sumar voces que construyan una mejor salida a la situación actual sin por ello dejar de obviar aquello que me parece, vuelvo a repetir, desde mi humilde opinión, no se ha hecho con acierto para que no lo olvidemos, ni lo olviden nunca aquellos que nos dirigen, en caso de que esta situación tan desagradable volviera a repetirse dentro de un tiempo … nunca se sabe! … de los acontecimientos pasados considero que hay que aprender y evolucionar.

  • No se puede hacer peor favor un gobierno a sí mismo que el de acallar el sentir general de sus ciudadanos, más aún cuando éste es un clamor.

Esto no es un tema ni de izquierdas ni de derechas. No se trata de militar en un partido u otro. Se trata de coherencia. Coherencia, previsión, capacidad de liderazgo para dirigir una situación tan complicada y establecer una prioridad de valores.

Sea quien fuere quien estuviera en nuestro actual gobierno debiera haber hecho caso de los innumerables avisos que habían recibido -ya hace meses- de parte de gente cualificada, los hubo, y de ellos hay prueba.

Sea quien fuere:

Deberían haber tomado medidas serias, contundentes y efectivas para que no se propagase. Las obviaron, y de ello hay constancia.

Debería haber hecho prevalecer la VIDA de sus ciudadanos a sus intereses partidistas.

Sea quien fuere… porque parte del pueblo les votó, les eligió como nuestros representantes y cuidadores y les brindó una confianza que ahora estoy segura desearían no haberle prestado.

No hubo prevision alguna. Se saltaron las normas mínimas de cautela. También se incentivó a la gente a realizar actividades que podían acrecentar el contagio. Y lo que es peor, se mintió respecto a la evolución del virus, ya sea por ignorancia ya por interés de ocultar la que se avecinaba.

Y ya en pleno caos, y ante una situación que les desborda, prefieren poner en marcha, desde un pulso tembloroso, medidas que no son suficientes y que encima llegan tarde y mal.

Todo menos pedir disculpas, desde la humildad y la solidaridad necesarias, y dejar su orgullo mal entendido y su afán de poder a un lado, para proveerse de personas – de izquierdas o derechas- que apoyen a este equipo de gobierno para poder superar esta pesadilla …

individuos con base y conocimientos suficientes en la materia de sanidad y crisis, gente resolutiva que dé ese soplo de confianza a este pueblo angustiado y maltrecho. Que nos diga aquello “ de ésta se sale remando todos juntos” …  y que podamos creerle.

  • Y sobre todo, que priorice. Que desde sus valores priorice lo que verdaderamente debiera importarnos a todos: la salud de los españoles.

Y no, tampoco estoy de acuerdo en aquello de que cualquiera hubiera hecho lo mismo dadas las circunstancias.

Es cierto que no lo sabremos con certeza porque para nuestra desdicha-visto lo acontecido- son otros los que ahora gobiernan, pero no creo que tripulando este barco otros hubieran podido superar esta tan pésima gestión.

Hasta la derecha que me pueda ser menos graciosa, el señor Rajoy, demostró con la pasada y temible crisis económica tener más acierto en la toma de medidas y así lo hizo. Y me atrevería hasta a decir que si al frente hubiera una izquierda que no fuera tan sectaria y partidista como la actual, también los resultados serían menos oscuros.

Empatía si, pero todos.

Los gobernantes los primeros que deben dar ejemplo. Ejemplo que a día de hoy no tenemos.

Pena y rabia. Pena, por todas las vidas que esto se va a llevar consigo y rabia de ver que en una situación tan dramática a los ciudadanos – los de a pie, los trabajadores, los niños, los ancianos, los

  • Sanitarios…- nos han abandonado a nuestra suerte.
Gabriela Carbonell Benito»Dios nos proteja».