¿Financiación autonómica para cuándo y en qué condiciones?

Años lleva la Generalitat Valenciana azuzando el debate sobre la reforma del sistema de financiación autonómica. Las pancartas llenaros los edificios públicos clamando una financiación justa para los valencianos.

Un sistema de financiación que margina a los valencianos

El actual sistema de financiación autonómica se aprobó en 2009 y está caducado desde el 1 de enero de 2014. El sistema no reconocía la población ajustada y dejaba fuera del sistema a más de un millón de valencianos. El sistema tenía múltiples variables y se demostró con el tiempo que la insuficiencia financiera de la Comunitat Valenciana era evidente. Ya que no proporcionaba los ingresos para cubrir los gastos en Sanidad, Educación y Servicios Sociales.

Mucho ha llovido desde 2009 y la Comunitat Valenciana tras las sucesivas crisis se ha empobrecido, estando entre las comunidades por debajo de la media del PIB español, son las denominadas «comunidades pobres». Este sistema, en teoría según el principio de solidaridad territorial han de recibir más de las comunidades más ricas. Pero esto no es así.

La Comunitat Valenciana aporta más recursos financieros a la caja comúnd e los que percibe, a pesar de ser una comunidad «pobre». Si introducimos el status quo de Navarra y País Vasco, la insolidaridad es total, ya que estas comunidades a través de su «cupo» no aportan solidariamente al resto, a pesar de ser de las más ricas.

Más de 2.000 millones de euros de infrafinanciación cada año

Las cuentas establecen que la Comunitat Valenciana habría dejado de percibir más de 2.000 millones de euros al año. Esta cifra se establece después de calcular el gasto social, sanitario y educativo de la Comunitat Valenciana y restarle los ingresos que se perciben para poder dar esa eficiencia financiera. Más de 10 años han acumulado más de 20.000 millones de euros de déficit acumulado, unido a intereses y demás, serían en torno a 25-30.000 millones de euros.

Los distintos gobiernos no han tratado esta reforma por no «abrir la caja de los truenos». A pesar de que desde el Gobierno una y otra vez  han intentado soterrar el debate, Puig sí ha conseguido ponerlo en valor, hasta el punto que el Gobierno ha tenido que reconocer la infrafinanciaciónd e la Comunitat Valenciana. Los números son claros y la Comunitat Valenciana es la peor financiada del Estado. Así no podemos seguir.

Una y otra vez este gobierno ha dilatado los plazos, el último de ellos acabó en noviembre, después de una y otra vez anunciar que «se estaba trabajando en el tema». El President de la Generalitat ha recabado apoyos y contrincantes entre las distintas CC.AA. y el debate se debía de abordar sí o sí.

Un borrador decepcionante

Con este panorama, la Ministra de Hacienda que en el Congreso aseguró hace poco más de un mes que la Comunitat Valenciana era la peor financiada. Reconoció que el endeudamiento se debía en gran medida a estar permanentemente infrafinanciada aseguró que ya no sería así. Pues bien, esta semana presentó un borrador a las CC.AA., que si bien al principio fue un chorro de agua fresca pronto se tornó en decepción.

El sistema prevalente elegido para el reparto de fondos entre las CC.AA. era el criterio poblacional frente al de kilómetros cuadrados. O lo que es lo mismo, las personas frente a la España rural de kilómetros cuadrados infinitos. Pero las incógnitas y las incertidumbres en el extenso documento han decepcionado a los expertos económicos.

Parece no existir ninguna referencia y concreción a esa deuda acumulada por la infrafinanciación, a pesar de lo asegurado por la Ministra en el Congreso de los Diputados. Tampoco hay concreciones que garanticen la suficiencia financiera ni cotos al status quo de total privilegio para Navarra y País Vasco.

Casi 7 años esperando para muy poco

Así en un principio este sistema nos dejaría igualmente por debajo de la financiación media, seguiríamos aportando más de lo que recibimos a pesar de nuestro evidente empobrecimiento. No hay mecanismo de compensación ni de transición, y no existen concreciones que beneficien a la Comunitat Valenciana.

Siete años de penurias para mejorar lo mínimo resulta decepcionante hasta para la propia Mónica Oltra. Que en el dia de ayer no sabía cómo lanzar balones fuera ni justificar este fracaso total de la política valenciana.

«Un documento de base para empezar a negociar». Estas palabras de Oltra y Puig suenan a que los plazos se pueden alargar años, porque el debate va a ser atroz y las posturas irreconciliables. Los valencianos partimos ya con desventaja. Los valencianos y las valencianas nos jugamos demasiado y no podemos esperar más dilaciones. Es más, es una vergüenza este sistema y suena a tomadura de pelo a los valencianos.

 Se ha acabado el tiempo de los balones fuera y las excusas

Los políticos valencianos deberán explicar al Pueblo ahora sin más excusas lo sucedido. Puig y Oltra deberán plantar cara a sus respectivos partidos y empezar a defender los intereses de los valencianos.

Mónica Oltra queda una una difícil situación, ya que el «elemento nuclear» de su programa, la financiación autonómica vuelve a ser otro chasco más. Pero Baldoví se apresuraba esta semana a asegurar su voto positivo a los Presupuestos Generales de 2022 de Pedro Sánchez. Otra vez regala su voto a cambio de nada, pasando de política útil a política totalmente inútil para los valencianos.

Parece que Baldoví está más interesado en firmar proposiciones de ley contra las inversiones en el puerto de Valencia que en el tema nuclear de la infrafinanciación autonómica. Las excusas se han acabado y ahora Compromís se enfrenta a sus propias vergüenzas.

No más fácil lo tiene Chimo Puig, que deberá plantar batalla a su propio partido y pedir explicaciones por este nuevo ninguneo a los valencianos por parte de Madrid. De un Estado que nos da palmaditas en la espalda pero luego nos sigue discriminando.