El régimen político de Pedro Sánchez

Enrique Arias Vega: El régimen político de Pedro Sánchez

El régimen político que encabeza Pedro Sánchez no es, por supuesto, aquella democracia orgánica que se inventó Francisco Franco para justificar su dictadura. Pero tampoco es, en sentido estricto, una democracia liberal, con igualdad de ciudadanos ante la ley, separación de poderes y libertad de expresión.

El actual es un régimen político distinto, que se podría llamar autocracia, donde los ciudadanos son diferentes unos de otros si tenemos en cuenta desde la amnistía al régimen fiscal propio para Cataluña, pasando por la “cláusula catalana” que se piensa introducir en todas las leyes aprobadas por el Parlamento. En cuanto a la separación de poderes, ya vemos qué pasa con la fiscalía del Estado y la pretensión gubernamental de que sea el poder legislativo el que controle al Consejo General del Poder Judicial. Finalmente, la libertad de expresión es un desiderátum que el Gobierno se pasa por el forro, llamando fachas a los medios y a los periodistas que no reproducen su versión de los hechos y amenazándoles con  leyes restrictivas sobre sus contenidos.

Como se ve, la deriva sanchista es la de instaurar un régimen político de nuevo cuño, con la idea, además, de que dure varias legislaturas, no en vano repite como un mantra que agotará su mandato y volverá a ganar a Núñez Feijóo en unas nuevas y futuras elecciones.

Lo peor de este régimen no es que se dé de patadas con la democracia representativa, sino que goza del respaldo de un porcentaje importante de la población, que se ha creído el eslogan sanchista de que hay que crear un muro contra la extrema derecha — ahora hay tres, según sus cálculos—, para preservar derechos y libertades que estarían amenazados, no por Sánchez, como sucede en realidad, sino por los oponentes a su régimen liberticida.

A Contracorriente
Enrique Arias Vega