AVA advierte que 2022 ha sido un año negro para la agricultura y ganadería valencianas con 800 millones las pérdidas del sector

AVA ASAJA ha hecho hoy balance del año agrario 2022, calificándolo de «año negro». Elevando las pérdidas del año hasta los 800 millones de euros. Siendo esto un 25% más que el año anterior.

«Demasiado dinero para que racaiga sobre las espaldas de los agricultores y ganaderos»

Así ha calificado el histórico dirigentes de AVA la situación actual del campo valenciano, que califica de extrema gravedad.

Las ayudas recibidas insuficientes

Desde AVA- ASAJA hacen una valoración positiva de las ayudas recibidas, pero las califican de totalmente insuficientes.

«800 millones de euros en pérdidas requieren un esfuerzo mayor y sobre todo un análisis en profundidad de qué está pasando»

Cristobal Aguado señala principalmente a la Generalitat Valenciana, por donde debe empezar la reflexión sobre la situación agrícola y ganadera valenciana.

Incremento espectacular de costes para el agricultor o ganadero

Un año marcado por el incremento espectacular de costes a los productores valencianos, que no se refleja en el incremento de precios a pesar de la inflación del 15% de los alimentos aplicado en los puntos de venta.

Si bien reconoce Aguado que este año por lo general se han incrementado los precios que se pagan en el campo. No compensan en absoluto el gran incremento en los costes que han sufrido los productores valencianos.

Los precios a pie de campo no cubrieron este 2022 en muchos cultivos los costes de producción, arrojando unas pérdidas de mercado de 300 millones de euros para los productores. Todos los costes agropecuarios siguieron subiendo en 2022 hasta alcanzar máximos históricos, como el precio de fertilizantes que surante este 2022 de media se ha incrementado en un 62%.

La energía es otro de los grandes caballos de batalla, ya que los costes se han triplicado. El mecanismo del tope del gas realizado por el gobierno da como consecuencia un incremento de la factura eléctrica, ya de por sí elevada. Con lo que los costes por gasto energético se han elevado notoriamente.

También se han incrementado los costes de los piensos para animales en un 34% y los productos fitosanitarios en más de un 20%.

Plagas y enfermedades

Cultivos como el caqui han tenido que dejar caer al suelo más de un 50% de su producción por la imposibilidad de tratar las plagas. Aguado señala a Europa como el principal responsable.

«Europa legisla desde los despachos y sólos abe mirar a las puertas de Bruselas, ignorando las necesidfades del campo valenciano muy alejado de la capital europea».

Así de tajante se muestra Cristobal Aguado, que no duda en calificar a la Política Agraria Común como el enemigo número uno de la agricultura valenciana.

Burócratas europeos alejados de la realidad del campo valenciano

Aguado pone como ejemplo en que la última seman del año, la UE ha publicado als nuevas normativas agrarias en un «resumen de 1.000 páginas».

«Eso debe ser la simplificación burocrática anunciada por Europa»

Califican desde AVA que su aplicación en el campo valenciano va a ser directamente imposible.  «O la Generalitat Valenciana reinventa las oficinas de atención agraria y contrata cientos de técnicos para informar a los agricultores o se perderán más de 30.000 puestos de trabajo en los próximos años.»

Así se establece que cada agricultor deberá tener un asesor especializado que ante la detección de una plaga en su cosecha le aconseje y guíe en la materia activa a utilizar y su dosis. Todo ello ha de quedar refleado por cada parcela en un cuaderno digital. «Convirtiendo a los agricultores en oficinistas«.

El problema -para Aguado- es que el campo valenciano es minifundista y está envejecido (la media de edad de los agricultores valencianos se sitúa en 65 años). Ahora dará igual que un gricultor tenga una hectárea o mil, todos deberán de registar por cada parcela todo lo que hagan.

Negro futuro del campo valenciano

Así la organización agraria augura un futuro lleno de tinieblas. Con el nuevo pacto Verde Europeo además, declara la superfície europea agrícola en un 30% como «sensible» elevando ese porcentaje en el casod e la Comunitat Valenciana a casi el 80% de la superfície agrícola. Así, en esas zonas, si nadie lo remedia, nos e podrá utilizar ni un sólo producto fitosanitario.

«Muchos agricultores estarán abocados a abandonar sus campos, cuando un 35% de la superfície agrícola valenciana está ya abandonada, el mayor porcentaje de Europa».

En cuanto a los fitosanitarios, la desigualdad produce que en convenios con países terceros que exportan a la UE sus productos se les permita sustancias que aquí se prohiben, existiendo una desigualdad evidente que hace no se pueda competir en precios.

«Con el nuevo pacto verde, las medidas puramente filosóficas no basadas en evidencia científica conduce al desastre y situaciones dramáticas».

Aguado pide a las autoridades actuar para salvar el planeta y la agricultura, no perseguir a los agricultores como delincuentes. «Donde hay campo hay vida y hay economía, donde no, hay desierto».

Las autoridades han de ponerse las pilas de una vez con el campo

Así ha asegurado que el abandono de campos está provocando un aumento de la fauna salvaje, y también la total inacción de las autoridades en controlar las poblaciones de animales salvajes.

«En la Ciudad de Valencia anidan miles de cotorras que luego acuden en manada a los campos a alimentarse y acaban con un campo entero». «No son los agricultores los que han de controlar a las cotorras, pero las autoridades tampoco lo hacen».

Graves problemas que llevan a una reflexión sobre si queremos seguir siendo la huerta de Europa o abandonamos a aus suerte a agricultores que se muestran ya derrotados ante unas autoridades que ni les entienden, ni empatizan y además les tratan como a delincuentes.