Mateo Vallejo: “Un estudiante de Quito a la Hispanidad”

– La Reunificación Hispánica: Recuperar Nuestra Grandeza y Combatir la Leyenda Negra

En el corazón de nuestra historia, brilla un resplandor que une a los pueblos de habla hispana en una epopeya de grandeza y poder. En tiempos de esplendor, nuestro imperio no solo fue una potencia mundial, sino un símbolo de unidad y cultura que se extendía desde la península ibérica hasta las Américas.

Bajo un solo estandarte, compartíamos una identidad común, una fuerza imponente que nos permitió influir en el mundo entero. Sin embargo, esa majestuosidad fue quebrada por la fragmentación y la desunión promovida por Simón Bolívar, cuyo odio a lo español y mercenario del inglés y el masón, resultó en una serie de estados separados, económicamente dependientes del mundo anglosajón, y que no pudieron igualar la grandeza de nuestra unión original.

Hoy, al mirar nuestro pasado con anhelo y pasión, debemos clamar por la reunificación, el fin de las divisiones actuales y la restauración de nuestra verdadera identidad.

De la Unidad a la Fragmentación: Un Lamento por lo Perdido

En el apogeo de nuestra historia, éramos una fuerza singular, unificadora y resplandeciente. Nuestra grandeza no solo se reflejaba en el vasto imperio que abarcaría continentes, sino en la riqueza cultural, científica y política que compartíamos como un solo pueblo.

La intervención de Bolívar, San Martín y otros líderes erróneamente considerados “independentistas” desmoronó esta unidad, dejando a los pueblos de habla hispana dispersos en estados que no lograron capturar la esencia de nuestra antigua gloria. Esta fragmentación no solo nos privó de una influencia cohesionada, sino que creó un vacío que aún sentimos profundamente, reflejado en gobiernos al servicio del inglés, estados inestables, moneda devaluada, injusticia social, entre otros males que ha ocasionado la república.

La pérdida de nuestra unidad es un lamento que debe unirnos en el deseo de recuperar lo que una vez fuimos: un solo pueblo, con un solo destino.

La Reunificación: Un Clamor de Identidad y Esperanza

El llamado a la reunificación no es un simple eco de utopía, sino una urgente necesidad de restaurar nuestra grandeza perdida. Los estados actuales, herederos de una fragmentación dolorosa, no representan en lo absoluto la magnitud de nuestra herencia compartida. Desde México hasta Argentina y desde La Península hasta Guinea Ecuatorial, todos somos herederos de una identidad común que debe ser recuperada.

Nuestra unión no solo nos permitirá recobrar la influencia global que una vez tuvimos, sino también celebrar nuestra identidad compartida como españoles, tanto peninsulares como americanos. La reunificación es el camino para enfrentar juntos los desafíos del presente y forjar un futuro resplandeciente con una voz unificada.

Combatir la Leyenda Negra: Una Batalla Intelectual y Emocional

La leyenda negra, con su carga de injusticia histórica, ha manchado la percepción global de nuestro pasado glorioso. Esta narrativa sesgada ha ocultado nuestros logros y ha distorsionado la verdadera esencia de nuestro legado. Combatir esta leyenda es una misión que exige no solo una revisión crítica de la historia, sino también una reivindicación apasionada de nuestra grandeza.

Es necesario educar al hispano promedio sobre su verdadera historia, alejándonos de los relatos deformados y erróneos sobre la independencia que han sido impuestos durante tanto tiempo. La verdadera historia debe reemplazar a los mitos y relatos basura que han deformado nuestra identidad. Precisamos una estrategia intelectual a nivel masivo que desafíe las narrativas distorsionadas y que celebre las contribuciones y el impacto positivo de nuestra herencia.

Es una lucha que debemos librar con fervor y convicción, defendiendo la dignidad de nuestro pasado y proyectando un futuro en el que podamos estar orgullosos de nuestra historia.

Por Dios, Por La Patria y el Rey

En esta cruzada por nuestra reunificación, alzamos nuestras voces con pasión y determinación. «Por Dios, Por La Patria y el Rey,» reclamamos nuestra herencia común y nuestro derecho a ser una sola nación. La restauración de nuestra identidad, la superación de las divisiones actuales y la restauración de una monarquía católica simbólica que refleje nuestra verdadera naturaleza son pasos esenciales hacia la recuperación de nuestra grandeza perdida.

Al abrazar nuestra historia con amor y coraje, podemos construir un futuro donde nuestra potencia y unidad sean una realidad palpable. Juntos, como un solo pueblo, podemos reescribir nuestra historia con la dignidad y la grandeza que siempre hemos merecido.

Mateo Vallejo