La Conselleria de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio está ultimando los trabajos de renovación del pavimento en la autovía CV-36, un eje estratégico de conexión entre la A-7 y la CV-410. Para ello, se emplearán cerca de 9.000 toneladas de aglomerado asfáltico en caliente, con el objetivo de dejar listo el firme en más de 122.000 metros cuadrados antes de su reapertura definitiva.
Las obras, que se han prolongado durante varios meses, han supuesto una intervención integral no solo en la calzada sino también en los viaductos que cruzan el barranco del Poyo, escenario de uno de los puntos más críticos del trazado. Las intensas lluvias que provocaron las inundaciones de hace meses anegaron buena parte de la CV-36 y causaron daños estructurales graves en dos de los puentes situados en el punto kilométrico 8+640. Uno de ellos se vino abajo por completo, mientras que el segundo colapsó parcialmente.
La reconstrucción de ambos viaductos se ha ejecutado por fases y con prioridad absoluta para garantizar una reapertura segura. Durante semanas, el tráfico fue desviado por un trazado provisional, hasta que se logró restablecer la circulación en uno de los nuevos puentes.
Pero más allá de la mera recuperación estructural, la intervención ha incorporado una apuesta decidida por la innovación. Los nuevos viaductos cuentan con sensores de fibra óptica integrados en su estructura, capaces de monitorizar en tiempo real parámetros como deformaciones y desplazamientos. Esta tecnología permitirá un seguimiento continuo del estado de la infraestructura, facilitando un mantenimiento más preventivo y eficaz, y anticipando posibles incidencias.
Programación de los trabajos
Los trabajos se están realizando en horario nocturno y por fases, para minimizar el impacto sobre el tráfico. Se han establecido cortes totales por subtramos y desvíos provisionales por la CV-411 mientras se ejecutan las labores en cada sección.
Primero se actuará en la Calzada Sur (sentido A-7 → CV-410) sobre tres subtramos. Durante esta fase, cada subtramo de la calzada sur será cortado totalmente al tráfico, que será desviado por la carretera de Mas del Jutge (antigua CV-411)
Después, se trabajará en la Calzada Norte (sentido CV-410 → A-7) dividida en dos subtramos. También, en esta fase se prevé el corte total de cada subtramo afectado con desvíos del tráfico por la carretera de Mas del Jutge.
Finalmente, las actuaciones se centrarán en las Calzadas Norte y Sur en la zona del viaducto reconstruido PK 8+900. En esta fase se prevén desvíos de una calzada a la otra para pavimentar cada una de las calzadas.
La Conselleria de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio recomienda a los conductores extremar la precaución y atender en todo momento la señalización provisional que se dispondrá durante la ejecución de las obras. Esta actuación forma parte de la recta final de una intervención de recuperación de la funcionalidad en este importante eje viario tras los efectos de las riadas.
















