Mantener los privilegios de otros

– El partido socialista valenciano está manteniendo una sorprendente postura  con respecto a la exigencia de una mejor financiación.

Los lideres socialistas avalan mejorar la financiación pero… la de Cataluña, defendiendo con uñas y dientes el pacto del PSC-ERC, que va a suponer una mayor recaudación para dicha comunidad autónoma lo cual implicará, sin duda, una merma de ingresos para la Comunidad Valenciana. Así lo ha certificado la agencia de calificación Fitch que ha afirmado que este acuerdo mejorará la situación crediticia catalana a costa del resto de comunidades autónomas.

Este apoyo del socialismo valenciano al privilegio catalán es un peldaño más que suben en la sumisión ante los designios de Pedro Sánchez, que ha anulado cualquier atisbo de criterio independiente entre los actuales dirigentes valencianos, encabezados por la cada vez más menguante, Diana Morant. Ya está más claro el motivo por el que el presidente del gobierno puso el dedo en la cabeza de Morant y fue para convertir al socialismo valenciano en una simple delegación de Ferraz, sin ninguna personalidad propia.

Es indignante que, para no ofender a Salvador Illa, Diana Morant no haya condenado aún el ataque del independentismo catalán al president Mazón con la quema de  su imagen en las fiestas de un barrio de la ciudad de Barcelona.

También es triste comprobar cómo callan intentando pasar de puntillas ante los ataques a nuestras tradiciones y nuestra propia personalidad. Aún no hemos oído al portavoz socialista, José Muñoz, defender los intereses de nuestra tierra frente a Ferraz como sí han hecho los representantes socialistas de Aragón, Asturias, Extremadura, Castilla-León o Castilla-La Mancha.

La realidad es que el socialismo valenciano solo se ha pronunciado para adular a Sánchez manifestando que lo van a apoyar en el congreso de noviembre, lo cual está produciendo vergüenza ajena puesto que los ha convertido en una simple caricatura por las prisas que se han dado en “hacer la pelota” al “amado líder”.

Los valencianos, castellonenses y alicantinos tenemos ojos y oídos y estamos tomando buena nota de la deriva del socialismo en nuestra Comunitat, que está anteponiendo sus sillones en la Moncloa a los intereses de los cinco millones de ciudadanos que queremos ser tratados como iguales al resto de españoles y concretamente a los catalanes.

En nuestra Comunitat estamos hartos del complejo de inferioridad de nuestra izquierda con respecto a nuestra vecina del norte

Puesto que si se tiene que renunciar a la financiación justa, pues se renuncia, si hay que privilegiar inversiones de Cataluña sobre las nuestras, pues se agacha la cabeza y si hay que renunciar a nuestra personalidad, pues no hay problema alguno.

Así hemos estado durante los 8 años del gobierno de izquierda en los que nunca hemos escuchado ninguna reclamación ante el gobierno de Sánchez y cuando nuestra Comunidad era tratada injustamente en los presupuestos, allí estaban los diputados socialistas, de Compromís y de Podemos para votarlos, aunque Alicante fuera año tras año la última provincia en inversiones en dichos presupuestos.

Es necesario que los que amamos nuestra tierra seamos beligerantes contra la sumisión del socialismo valenciano ante los privilegios que se van a conceder a Cataluña, porque el cupo independentista es la ruptura de la caja común de todos los españoles.

Esto representa la ruptura de la igualdad consagrada en la Constitución de 1978 y todo, con el simple objetivo de garantizarse el poder y conseguir la investidura de Salvador Illa. Así pues, todo nuestro derecho a tener mejores servicios públicos se deja a un lado para privilegiar los intereses del socialismo catalán y que uno de los suyos sea presidente.

Pero lo más grave de todo, y los socialistas valencianos lo saben, es que el dinero que va a obtener el independentismo a costa de nuestra igualdad, será empleado para la finalidad que ya han manifestado sin sonrojo alguno: “financiar la independencia”. Nuestro dinero servirá para engordar al independentismo a costa de adelgazar nuestro bienestar. Pero Sánchez ya nos ha dado la receta: si queremos seguir teniendo sanidad y educación habrá que subir mucho más los impuestos, esos que Cataluña recaudará para seguir engordando a costa nuestra. De los valencianos , alicantinos y castellonenses depende que esto no ocurra, señalando con el dedo al socialismo sumiso de nuestra tierra.