El Museo de Bellas Artes de Valencia ha comprado cuatro bodegones de Félix Lorente porque no existía obra de este pintor pese a ser un artista valenciano. Además, las piezas adquiridas permiten entender la evolución del bodegón valenciano desde Yepes y March a los trampantojos de Vitoria y a los bodegones y las flores del siglo XVIII.
Estos cuatro bodegones corresponden a la mejor producción de este pintor localizada hasta la fecha. Este argumento se basa en la sencillez compositiva, al disponer los objetos en una simple repisa que ayuda a enmarcar la composición. En la calidad pictórica, tanto de la verosimilitud de los objetos. Así como una perspectiva correcta. Por último un fondo oscuro, que lo vincula a la tradición pictórica naturalista valenciana.